El inicio en España
Uno de los elementos que faltaba era la voz humana. Hasta entonces, las muestras disponibles solo podían ofrecer coros con "ahs" y "mhm", pero no cantar letras completas. Esto llevó a Yamaha a adquirir un desarrollo de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona y convertirlo en un producto comercial, aprovechando que muchos compositores y arreglistas son también hábiles pianistas. 🙂
La tecnología toma muestras de la voz de un cantante y las modifica en tiempo real para crear una voz sintetizada.
El lema era "un cantante en una caja", y, como se esperaba, tuvo buena recepción y ventas decentes para su nicho. No se pretendía suplantar a los cantantes reales, sino facilitar la creación de maquetas de canciones y coros sintéticos más realistas. Yamaha ofreció licencias a varias compañías para crear bancos de voces. En 2004 se lanzaron en Europa los primeros bancos: León y Lola, que fueron bien recibidos.
Para facilitar su comercialización, se asignó una imagen a cada banco de voz, representando su estilo musical preferente.
Pero... Algo extraño pasó camino a Japón
(¿Por qué en Japón es donde suelen pasar estas cosas? 🤔)
Japón
La compañía Crypton Future Media licenció la tecnología de Yamaha y lanzó dos bancos de voz: Kaito y Meiko, desarrollados previamente por Yamaha. Meiko tuvo ventas aceptables (alrededor de 3,000 unidades en su primer año), pero Kaito apenas vendió unas 500 unidades. Otra compañía también lanzó en Japón a "Sweet Ann", basada en la voz de una cantante australiana.
Para su siguiente banco de voz, Crypton decidió cambiar de estrategia: en lugar de una cantante tradicional, contrataron a una seiyuu (actriz de doblaje), y le asignaron una imagen de personaje de manga, con características como edad (16 años), estatura (1.58 m), ocupación (ídolo pop), y peso (42 kg); sus medidas exactas, sin embargo, se mantienen como un "secreto". Así nació Hatsune Miku.
Esperaban vender unas 4,000 unidades al año. Sin embargo, para sorpresa de todos, las ventas superaron las 200,000 unidades. El fenómeno explotó: no solo profesionales compraban el software, sino también aficionados que adoptaron a Miku como una "cantante virtual" real, para la cual escribieron y compusieron miles de canciones.
Hoy en día existen más de 50,000 canciones publicadas usando su voz.
Crypton rediseñó su estrategia de marketing, lanzando nuevos personajes como Kagamine Rin & Len y Megurine Luka. A partir de entonces, el enfoque se centró más en la expresividad vocal que en la calidad de la "técnica vocal" tradicional.
Actualmente, Hatsune Miku ha generado más de 10 mil millones de yenes en ventas (incluyendo productos relacionados), consolidando la imagen de que Vocaloid es un invento japonés... para sorpresa (y ligera molestia) de los desarrolladores europeos. 🙂
Y de regreso a España
Esto nos lleva a otra etapa: Voctro Labs, un equipo formado por parte del grupo original que creó la tecnología Vocaloid en la UPF, decidió años más tarde aprovechar el fenómeno y crear bancos de voz en español, catalán y portugués.
Inicialmente diseñaron una imagen "más realista" para sus productos, pero fue rechazada por el público por no parecerse al estilo de manga japonés.
A regañadientes, realizaron un concurso de ilustración y adoptaron diseños tipo manga. Así comenzaron a comercializar sus bancos de voz, aunque sus cifras están lejos del éxito alcanzado por los Vocaloid japoneses.
Para los fans latinos, existen tres bancos de voz destacados en español: Bruno,Clara y Maika (nota: Ona es la versión catalana de Maika), disponibles en el sitio oficial de Voctro Labs.